Hoy entrevisto a Alejandra, de Solo para emprendedoras.
Como ella dice, se convirtió en consultora de redes sociales «por cosas de la vida».
Ella era administradora de empresas. Estaba feliz con su trabajo, con su equipo y con su sueldo. Se sentía plena. Lamentablemente, la crisis afectó a la empresa y los recortes en plantilla hicieron que la despidieran. En aquel momento no se le pasó por la cabeza emprender. Estaba convencida de que encontraría otro trabajo. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo y no encontraba trabajo, se iba sintiendo cada vez peor. Tenía 30 años y se sentía mayor. Competía con chicas más jóvenes, con más formación y especialización. Aunque no tenían su experiencia. Pero en ese momento ella no veía eso. Se sentía fuera del mercado laboral. Y no estaba preparada para ese rechazo.
Vivió la perdida de ese trabajo como un duelo. Veía como no se daban las oportunidades. Se sentía mayor. Sentía que, a pesar de tener mucho que aportar, la sociedad ya no le daba su lugar.
Pasó un año buscando trabajo. Se dio tiempo para pasar el duelo. Y finalmente, decidió que ya había esperado demasiado. Se enfrentó a ella misma y tomó acción.
Fue entonces cuando inició un negocio en el que importaba ropa desde EEUU a Colombia. Fue un emprendimiento por necesidad. No se planteó si eso le gustaba, si estaba alineado con sus valores.
Cuando subió el dólar, el negocio dejó de ser rentable y cerró ese negocio. Sin embargo, ya no le dolió tanto como la primera vez. Se dejó fluir, sin presionarse, hasta que surgiera una nueva oportunidad.
Y así fue. Su cuñada le ofreció gestionar las redes sociales de su empresa. Y con el tiempo ya trabajaba para varias empresas más. Tanto es así, que su marido dejó su trabajo y empezó a trabajar con ella.
Pero en 2018 y cerca de sus 40 años, a pesar de que le iba bien, empezó a sentir que le faltaba algo, que eso ya no era lo que quería. Ese vacío afectó a su conexión con los clientes.
En su búsqueda de la plenitud laboral y personal, recordó que siempre había trabajado con hombres y eso le había hecho creer que no le gustaba trabajar con mujeres. Así que pensó en invertir esa creencia y trabajar exclusivamente por y para mujeres.
Hoy en día se dedica a encontrar y plasmar la esencia de sus clientes en rrss «con amor y buenas vibras». Y nos da algunos consejos para respetar y mostrar nuestra personalidad en nuestras publicaciones:
- Escribe y define cuál es tu esencia. Qué te define
- Mantén visible tu tablero de inspiración.
- Antes de publicar, pregúntate si esa publicación respeta tu esencia.
- Entrega la información de manera diferente. Es muy fácil terminar siendo una copia en un mundo tan saturado como IG.
- Encuentra un fin desde tu corazón.
- sé dinámica.
- Adáptate a las circunstancias.
Para ser emprendedora hay que ser valiente, porque es una montaña rusa de emociones. Sin embargo, cuando trabajas con un propósito, superas todas tus expectativas.